Archivo mensual febrero 17, 2015

Porajrmarin

Cuidado: Ahora tú también eres evaluado como cliente

Los tiempos cuando el anonimato de internet solo servía para los “valientes” que se quejaban de algún servicio sin que el proveedor del mismo pudiera defenderse están cambiando, y para bien.

Hasta hace poco, si se tenía una queja o molestia hacia un prestador de servicio, sea esto un exageración o una realidad, siempre sonaban más enérgicos si el proveedor del servicio no podía quejarse del comportamiento del cliente. Y ahora, todo ha cambiado.

El primer caso de contra ataque de un prestador de servicios lo pude vivir hace poco cuando un conocido simplemente no pudo solicitar un taxi de los que se contratan por internet.

Hasta antes de éste incidente un usuario de ese servicio podía ser un majadero o levantar una serie de mentiras en contra del prestador del servicio sin tener ninguna represalia. ¿Cuál fue su sorpresa cuando esa persona intentó solicitar un vehículo solo para darse cuenta que la espera era infinita?

Así es, los taxistas ahora comenzaron a calificar a sus pasajeros en lo referente a su decencia y comportamiento antes, durante y después de tener el servicio.

De esta forma, si un pasajero es majadero, abusivo, se subió más tarde de la hora pactada, fue sucio en el vehículo, dejó basura o equivalentes, el taxista ahora puede calificar a su pasajero y convertirlo en poco tiempo en un “indeseable” para el servicio hasta el momento en el que ya no es atendido por nadie que provea ese servicio.

Esta empresa de transporte es solo un ejemplo de varios sitios que ahora están perfilando a sus clientes en función de ser más o menos deseables para ser atendidos.

Ya se pueden ver a ciertas cadenas de hoteles catalogando a sus huéspedes, lo mismo que restaurantes o inclusive medios de transporte.

Muchos de ellos ya están perfilándolos. Y, así, pasan de ser un cliente potencial a un cliente poco o nulamente deseado.

Sin embargo, esto puede conllevar a un mal uso de autoridad por parte del proveedor de servicio…

Imaginemos por ejemplo que el prestador del servicio espera una propina de cierta cantidad por el servicio que prestó. Y mucha atención: las propinas no son obligatorias.

Pues si a un taxista, mesero o miembro del equipo de un hotel no se le hizo adecuada la propina recibida o ni siquiera se hizo acreedor a una ahora puede desquitarse con el cliente calificándolo con una mala o baja calificación, haciéndolo “indeseable” para ser atendido en el futuro.

Entonces la pregunta obligada es: ¿será válido permitir que sitios que originalmente aportaban críticas a hoteles, transportes o restaurantes ahora contra ataquen a los clientes y los vuelvan indeseables?

Lo que es seguro es que si un cliente sabe que además de evaluar el será evaluado puedo asegurar que muchas personas se volverían instantáneamente más amables, cálidos y hasta condescendientes. Situación que no existe y por el contrario, hasta envalentona a las personas a perjudicar a un determinado comercio.

Yo sí creo que un sistema de calificación para los usuarios de un servicio puede ayudar a hacer que se evalúe de forma más justa, pero creo también que factores que pudieran rayar en el chantaje por parte de un prestador de servicios debería de ser eliminada como parte de la evaluación.

Así una propina debe seguir siendo optativa pero una persona majadera si debe de ser considerada como no grata.

El hecho es que esto ya está sucediendo y por consecuencia lo ideal es un balance entre el oferente y el demandante, pues para ambos el valor de ofrecer y recibir el servicio debe tener el mismo interés. ¿o no?

Por: Moisés Polishuk